lunes, 27 de agosto de 2012

Ser virgen y casto es tener un regalo para dar a quien se ama para siempre



Virginidad y Castidad quiere decir apreciar la sexualidad



¿Cómo se ven hoy la virginidad y la castidad?
Entre los jóvenes se ha difundido hoy la mentalidad de que ser virgen y casto es algo “aburrido” porque impide disfrutar de la vida. También se dice que quienes son vírgenes o están a favor de la virginidad son personas “atrasadas” o inmaduras emocional y afectivamente, y que por lo tanto los jóvenes, para madurar y aprender cosas de la vida, deben dejar de ser vírgenes lo antes posible e iniciarse en las relaciones sexuales, aún cuando no haya intenciones ni de noviazgo ni de casamiento de por medio.
¿Por qué se ve a la virginidad -y a la castidad- como meramente represivas?
Se las ve como represivas porque se las considera solo en su aspecto negativo. Para quienes piensan de esta manera, en definitiva, tanto la virginidad como la castidad no son cosas dignas ni siquiera de ser consideradas, e incluso en ciertos círculos llega a ser un factor de aislamiento para el o la joven que se inclinan por estas virtudes. 
Frente a esta postura, nos preguntamos a su vez: ¿es cierto que todos los jóvenes deben perder su virginidad cuanto antes, e iniciarse en las relaciones sexuales para “madurar”, para “ser felices”, para “estar acorde a los tiempos”, para no ser “marginados” por los demás jóvenes que ya no son vírgenes? ¿Es cierto que son vírgenes aquellos a los que “no les queda otra”, porque no son capaces de tener relaciones sexuales? ¿Es cierto que la pureza y la castidad se basa en la represión de la sexualidad, y que la virginidad es fruto de ver el sexo como algo malo y dañino? A todo esto debemos responder negativamente, puesto que la virginidad, en sí misma, es algo bueno, positivo, agradable, que llena de felicidad a la persona.
¿Por qué mantener la virginidad? ¿Por qué ser castos?
Quien mantiene la virginidad y se decide por la castidad, no lo hace porque no sabe “disfrutar” del sexo, o porque lo reprime, o porque lo consideran algo malo o dañino. Por el contrario, quien se decide por estas virtudes, lo hace convencido de su gran valor, y precisamente, porque es algo de gran valor, de mucho valor, renuncia a él para ofrecerlo por un valor y un amor superior.
Lejos de considerar al sexo como algo malo, la renuncia a la sexualidad de los vírgenes que se inclinan por el matrimonio, y de los célibes que eligen la vida consagrada, es consecuencia de la gran estima a la sexualidad.
También aquí podríamos dar un ejemplo: dejar de lado la virginidad eligiendo la sexualidad fuera del matrimonio y de la opción de ofrecerla como don en la vida consagrada, la sexualidad se convierte en lo que el anzuelo para el pez, o el espejismo para el que vaga por el desierto.
¿Por qué se pierden la virginidad y la castidad?
Quizás con un ejemplo podemos responder a esta pregunta.
Para el pez, la carnada del anzuelo se presenta como algo apetitoso, y es el motivo por el cual se dirige hacia él para atraparlo. Pero en cuanto lo muerde, la carnada pierde su condición de apetitosa, para manifestar su realidad: provoca dolor y también la muerte, puesto que el pez es sacado fuera de su ámbito vital, el agua. Lo mismo sucede con la sexualidad que termina con la virginidad, es decir, la sexualidad sin amor esponsal: parece apetitosa, pero en cuanto se la prueba, esta sexualidad sin amor, meramente física y pasional, se muestra en su cruda realidad: provoca dolor y muerte del espíritu, puesto que no hay trascendencia ni don al otro, sino solo egoísmo e infelicidad. La virginidad no sólo nunca “pasará de moda”, sino que constituirá siempre, para todo hombre, varón y mujer, un gran don y una fuente de felicidad para la persona.


La sexualidad sin amor conyugal es lo que la carnada del anzuelo al pez:
Por fuera parece apetitosa, pero solo trae dolor y muerte.

¿Por qué no vamos a Misa?




¿Por qué no vamos a Misa?                                         

                ¿Porque no tengo ganas?
           Cristo no tenía ganas de sufrir la Pasión –“Padre, aparta de Mí este cáliz”-, y sin embargo, por amor a Dios y a los hombres, sufrió la muerte en cruz, renovada sacramentalmente en la Misa.

¿Porque hay cosas “más importantes” para hacer?
             Nada hay más importante que el sacrificio del Hombre-Dios en la cruz del altar.
           
¿Porque preferimos compartir el tiempo con la familia y los amigos?
En la misa participamos de la eternidad de Dios Trino y de la compañía de ángeles y santos.
            ¿Porque trabajamos duro toda la semana y preferimos descansar en vez de ir a Misa?
           En el sacrificio de la cruz, renovado en el altar por cada uno de nosotros, el Hombre-Dios no descansa ni reposa, no tiene lugar en la cruz ni para reclinar la cabeza.

            ¿Porque no veo la relación entre la Misa y mi vida personal?
          Cada Misa es hecha por mí y para mí, porque por mí y para mí murió en la cruz el Redentor, el Hombre-Dios Jesucristo.

            ¿Porque no “siento” nada?
           Si vamos a Misa a recibir al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, Él no nos hará “sentir” algo, sino que nos donará el Espíritu suyo y el de su Padre, el Espíritu Santo.


 Si no vamos a Misa, dejamos de lado el don de amor infinito que Dios Trino nos brinda, y hacemos vano el sacrificio del Hombre-Dios en la cruz.



viernes, 24 de agosto de 2012

¿Sabías esto sobre la Santa Misa…?





           


“Más merece el que devotamente oye una Misa en gracia de Dios, que si diera todos sus bienes para sustento de los pobres” (San Bernardo).

 “Oír Misa en vida o dar limosna para que se celebre aprovecha más que dejarla para después de la muerte” (San Anselmo).

 “Más aprovecha para remisión de la culpa y de la pena, es decir, para la remisión de los pecados, oír una Misa que todas las oraciones del mundo” (Eugenio III, Papa).

“Con la Misa se tributa a Dios más honor que el que puedan tributarle todos los ángeles y santos en el cielo, puesto que el de éstos es un honor de criaturas, mas en la Misa se le ofrece su mismo Hijo, Jesucristo, que le tributa un honor infinito” (San Alfonso María de Ligorio).

“Todas las  buenas obras del mundo reunidas no equivalen al Santo Sacrificio de la Misa, porque son obras de hombres, mientras que la Misa es obra de Dios. En la Misa, es el mismo Jesucristo Dios y Hombre Verdadero quien se ofrece al Padre para remisión de los pecados de todos los hombres, y al mismo tiempo le rinde un amor infinito” (Santo Cura de Ars).

Santa Teresa suplicaba un día al Señor que le indicara cómo podía pagarle todos los dones que le había concedido, y le contestó que OYENDO UNA MISA.

“…cada día, celebrando la Eucaristía, nos encontramos sobre el Gólgota” (Juan Pablo II).


La Santa Misa es un misterio sobrenatural, 
es el misterio más grandioso y sublime 
que jamás pueda imaginarse: 
el Hombre-Dios Jesucristo se inmola por nosotros 
en la cruz del altar.
La Santa Misa es vivir ya desde la tierra 
lo que viviremos en la eternidad: 
la adoración del Cordero Místico, Jesucristo.

miércoles, 22 de agosto de 2012

¿Para qué ir a Misa…?



¿Para pedir a Dios lo que necesitamos?
Dios puede darnos todo lo que necesitamos y más, sin ir a Misa…
 ¿Para sentirnos bien?   
Podemos sentirnos bien sin ir a Misa…
¿Para “cumplir” con Dios y con la Iglesia?
Ni Dios ni la Iglesia necesitan de nuestra asistencia para sólo “cumplir”…
¿Vamos a Misa por costumbre?   
Si vamos solo por costumbre, es igual a no ir…
¿Vamos a Misa porque es un modo de integrarnos en la sociedad?      
 Se pueden hacer buenos amigos fuera de la Misa…
 
Ninguna de estas razones es la verdadera Razón por la cual vamos a Misa.
Sólo el Espíritu Santo puede hacernos ver cuál es el sentido de la Misa…


Vamos a Misa para adorar al Hombre-Dios Jesucristo que viene a nuestro encuentro en el sacramento de la Eucaristía          
    Vamos a Misa para recibir al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús
   Vamos a Misa para comer la carne del Cordero de Dios en la Eucaristía y para beber su sangre en el cáliz, y así recibir su Vida eterna
 
 

lunes, 13 de agosto de 2012

No permitas que te engañen: el cuerpo humano es un santuario, y no debe ser exhibido impúdicamente



La falta, o más bien, ausencia total de pudor,
en ciertos espectáculos televisivos,
constituye un ultraje a la dignidad del ser humano,
cuyo cuerpo es santuario de la Trinidad
y por lo tanto no debe ser profanado con la exhibición obscena.


¿Qué es el pudor?
Aquello que da pudor es algo que no se quiere mostrar o hacer en público, porque pertenece a la esfera íntima de la persona, la cual tiene que ser protegida y resguardada de la mirada indiscreta de los demás.
¿El pudor pasó de moda?
No pasó -y nunca pasará- de moda, porque pertenece incluso al instinto de supervivencia, ya que es natural que los hombres quieran proteger y poner a resguardo de la destrucción lo más íntimo de sus personas. Aunque millones de personas miren programas televisivos y se comporten en sus vidas privadas como si no lo tuvieran, sigue siendo importante, los padres deben enseñárselos a sus hijos, y estos deben aprenderlo.
¿Por qué necesitamos del pudor como seres humanos?
El pudor tiende a proteger el cuerpo como parte importante pero privada e íntima de nuestra persona. Todo ser humano no solo tiene conciencia de sí mismo, sino que ese “sí mismo” no es puro espíritu, pues es de experiencia de todos y cada uno que poseemos un cuerpo. No somos ángeles, ni somos una inteligencia que anda dando vueltas por ahí, ni tampoco somos animales: somos la unión de alma y cuerpo, y es esta conciencia de pertenencia del cuerpo propio es lo que hace considerar al cuerpo como algo que no debe ni puede ser compartido irreflexivamente con quien sea.
¿Cómo puede el pudor defender nuestro “ser persona”?
 Tenemos conciencia, ya desde niños pequeños, de que nuestro cuerpo no un mero trozo de materia, separado de nosotros mismos; tenemos conciencia de que el cuerpo nos pertenece, y de manera tal, que lo que le sucede al cuerpo nos sucede a nosotros, no a la materia orgánica.
¿Por qué los animales no tienen pudor?
Porque al ser irracionales no lo necesitan. Nosotros, en cambio, como seres que pensamos y amamos, pero que al mismo tiempo compartimos con ellos la animalidad, sí lo necesitamos, para que aparezca a través del cuerpo lo que tenemos de más digno, que es la persona.
¿Cómo se manifiesta el pudor? 

En la vestimenta y en el comportamiento exterior de la persona, ya que una vestimenta adecuada y el resguardar la vista, quieren decir una intimidad protegida. Esto quiere decir que no podemos vestirnos de cualquier manera, ya que debemos resguardar nuestra intimidad, sin mostrarla a los demás, exponiéndolas a una mala mirada, y quiere decir también no mirar la intimidad de las demás personas, porque cada uno merece ser respetado.
Comportarse de esta manera, es decir, guardar armónicamente la compostura, los gestos, las maneras, vestirse de modo tal de resguardar la intimidad y cuidar la vista, no quiere decir ser un “mojigato”, alguien que reprime su sexualidad como algo malo y negativo.

         ¿Cómo impide le pudor “ser usados”?
         Todo lo que existe se divide en personas y cosas. Las cosas son medios y pueden ser usadas. Las personas son fines y no deben ser usadas. Permitir ser usados es rebajarse al nivel de cosas, precisamente aquí entra el pudor, para proteger nuestro “ser personas”. Permitir ser mirados como objetos de placer es consentir que se nos trate como cosas, que se usan y se tiran. Mostrar más de lo que no se debe mostrar por usar ropa muy ajustada o escasa en la zona de las partes íntimas in vita a que se nos mire con deseo, como mero objeto de placer, rebajando nuestra dignidad personal.

         Si te dan un empujón, te indignás porque no eres tratado como persona sino como “cosa” que no se respeta. De igual forma, cuando alguien se expone a las miradas indiscretas de quienes no le conocen ni aprecian mostrándole todo el cuerpo, voluntariamente se expone a ser tratado como cosa, como objeto de deseo, como un helado rico para ser comerse y desechar el envoltorio. El pudor es también no hablar de cosas íntimas, y no estar espiando o mirando indiscretamente a los demás.

        
Preguntas para trabajo personal y/o grupal
 ¿Qué es el pudor?
¿Por qué el pudor nunca pasará de moda?
¿Por qué los animales no tienen pudor?
¿Qué pasa cuando se pierde el pudor?



jueves, 2 de agosto de 2012

Castidad, sinónimo de felicidad



La castidad no es mera represión de la sexualidad:
Significa poder amar con toda la fuerza del amor,
Y por eso es sinónimo de felicidad.

Muchos dicen que el noviazgo debe ser "casto", que el matrimonio debe ser "casto", que debemos vivir "castamente". ¿Qué relación hay entre castidad y sexualidad?  ¿Qué quiere decir "castidad"?
Podemos decir que la castidad es el dominio del hombre sobre el placer y el instinto, mediante el cual integra la sexualidad a la totalidad de la persona, evitando así inconvenientes.
¿Por qué la castidad tiene tan mala propaganda?
Tal vez porque se la asocia equivocadamente a elementos puramente negativos como censura y represión, pero no debe ser así, puesto que la castidad no desprecia a la sexualidad, ni la considera mala sino que, por el contrario, considera a la sexualidad y al placer sexual como algo bueno, siempre y cuando se ordenen la sexualidad y el placer a la escala de valores que la razón presenta como justo y razonable. Por la castidad, el hombre adquiere dominio de sí mismo y se vuelve capaz de orientar la sexualidad hacia los valores más altos, todo lo cual redunda en el crecimiento y fortalecimiento del hombre casto.
¿Cómo valorar positivamente la castidad?
Para ayudarnos, imaginemos la siguiente escena: un hombre montado a caballo, pierde el control de este al desbocarse el animal, el cual comienza a correr aceleradamente y sin una dirección fija. ¿Qué es lo que le sucederá, con toda probabilidad? Terminará desbarrancado, o cayéndose de la montura y fracturándose todos los huesos. Con este ejemplo queremos graficar la sexualidad sin castidad, una sexualidad descontrolada, como el caballo del ejemplo. Sin control, la sexualidad se vuelca sin freno hacia el placer sexual, y termina por hacer estrellar a la persona.
Por el contrario, la sexualidad unida a la castidad, la sexualidad casta, es como un jinete experto que controla y domina la dirección de su corcel, dirigiéndolo hacia el destino que lo hará feliz. Por la castidad, el placer sexual se orienta hacia aquello que hace íntegro y feliz a la persona.
¿Qué formas hay de vivir la castidad?       
Como valor positivo que, lejos de reprimir la sexualidad y censurarla como mala, la ensalza en todo su valor positivo al integrarla en la totalidad de la persona y en su proyecto existencial de vida, toda persona está llamada a vivir la castidad, sea cual sea su estado -soltero, casado, célibe- y su edad -joven o viejo-.
Por ejemplo, la castidad pre-matrimonial, consiste en evitar ocasiones y, por supuesto, faltas concretas de pureza; la castidad matrimonial, en cambio, radica en un trato moderado y no evitar los hijos, y así por el estilo.
La castidad, como fuerza positiva que regula el placer sexual, lejos de reprimir la sexualidad, la ordena según su significado primigenio, subordinándola a otros valores más altos, de lo cual se sigue el auto-dominio para la persona y la posibilidad de dedicarse con toda la fuerza de su corazón, al ser que es el objeto de su amor. Para algunos, será el cónyuge; para otros, será Dios.
¿Cómo integrar la castidad en un proyecto de vida?
Ser casto quiere decir amar sin división, es decir, no tener el corazón dividido, sino consagrar a este con toda la fuerza del amor al ser amado. Para algunos, será el cónyuge; para otros, será el celibato. Para todos, la castidad será sinónimo de amor puro, y también de felicidad, porque ya es un inicio de la felicidad lograr el auto-dominio, y es una felicidad mucho más plena y perfecta, integrar la sexualidad positivamente a la persona y a su proyecto de vida. El amor casto es entonces no solo el amor puro, despojado de otros amores que lo adulteran, sino el amor que se aplica con toda su fuerza al ser amado.
¿Cuáles son algunas otras ventajas de la castidad?
Algunos creen que la sexualidad siempre será penosa y de esfuerzos costosos por ser objeto de represión para evitar culpas y remordimientos. En cambio, la castidad posibilita su vivencia fácil y deleitable en el estricto sentido del término. En concreto, hace que no cueste frenar impulsos que pueden  volverse irrefrenables, que tantas veces, o nos hacen experimentar problemas y caídas, o también broncas y frustraciones, por no poder hacer lo que nos gusta, y como si esto fuese poco, también existe el deleite de manejar las funciones sexuales con pleno dominio y agradabilidad (como cuando un guitarrista interpreta bien una partitura, o un futbolista domina el balón).
Preguntas para trabajo personal y/o grupal
            ¿Qué es la castidad?
            ¿Por qué la castidad no es algo negativo?
¿Qué relación hay entre castidad y felicidad?
            ¿Cómo se integra la castidad al proyecto personal de vida?