jueves, 31 de marzo de 2016

La importancia de estudiar el Libro de la Cruz


(Homilía con ocasión del Aniversario de un instituto educativo para niños y adolescentes)

Hay algo que a los estudiantes, paradójicamente, no les gusta hacer: estudiar. Muchos consideran el estudio como algo “aburrido” o “inútil”, y sin embargo, estudiar y aprender son tal vez las aventuras más fascinantes y divertidas de todas las aventuras fascinantes y divertidas que pueda tener un hombre en la vida. Pero además de ser divertido y fascinante, estudiar la ciencia humana -tal como lo hacemos desde niños pequeños-, es algo muy importante para nuestras vidas. ¿Porqué?
Es muy importante estudiar la ciencia humana, por dos motivos: porque nos hace más perfectos y por lo tanto, mejores personas, desde el momento en que, antes del estudio, no teníamos una perfección, un conocimiento, mientras que después del estudio, sí, porque ahora sabemos lo que antes no sabíamos. Estudiar, entonces, es importante, porque nos hace mejores personas. La otra razón por la que es importante estudiar, es porque a través del estudio, podemos conseguir, en el futuro, un buen empleo, de modo que podamos mantener a nuestra familia.
Otra cosa que hay que tener en cuenta en el estudio, es que todo se lo debemos a Dios, porque es Él quien nos ha dotado de una inteligencia que nos permite “leer” la realidad y conocerla tal como es –la palabra “inteligencia” viene de: “intus legere”, “leer dentro” de las cosas y es gracias a esta potencia del alma, que podemos conocer con precisión el mundo que nos rodea-; por eso, el que estudia la ciencia humana, con la razón humana, no tiene excusas para no creer en Dios, porque estudia con la inteligencia que le dio Dios, y estudia la realidad creada por Dios. Es decir, si soy un estudioso de las ciencias humanas –y, más adelante, si soy un profesional o un científico-, no puedo no creer en Dios, porque si soy científico, lo soy gracias a la inteligencia que Dios me dio, y si soy científico porque investigo la realidad que me rodea, entonces investigo la realidad creada por Dios.
Pero si es importante estudiar la ciencia humana, en la que se leen libros y se aprenden las lecciones de los maestros, hay otra ciencia, mucho, pero muchísimo más importante que la ciencia humana, y es la Ciencia divina que se estudia en un libro muy especial, el Libro de la Cruz, y las lecciones que nos permiten aprender de este libro tan especial, nos la da una Maestra muy especial, la Virgen, que está al pie de la cruz. ¿Cómo se estudia este Libro de la Cruz? Arrodillados ante Jesús crucificado, elevando la mirada y el corazón hacia las heridas, los clavos, la corona de espinas, la Sangre y el Costado traspasado de Jesús, y haciendo mucho silencio, para poder escuchar las lecciones que nos da la Virgen, la Maestra del cielo. ¿Por qué es tan importante estudiar del Libro de la Cruz, aprendiendo las lecciones que nos da la Maestra del cielo, la Virgen? Porque en el Libro de la Cruz Jesús nos enseña cómo ser verdaderamente felices y alegres en esta vida –porque la felicidad y la alegría están en Él, que es Dios de Alegría infinita-, aun en medio de los problemas que seguramente surgirán en nuestro camino, y porque el Libro de la Cruz nos enseña qué tenemos que hacer para ganar el cielo, para vivir en el cielo, en la mansión que Jesús preparó para cada uno de nosotros, de parte del Padre. El Libro de la Cruz nos enseña para qué estamos en esta vida –para ganar el cielo- y nos enseña cómo llegar al cielo y así cumplir nuestra meta más alta –imitando a Jesús crucificado-. Entonces, si es importante estudiar la ciencia humana, es mucho -muchísimo- más importante estudiar estudiar la ciencia de Dios que nos enseña el Libro de la Cruz y nuestra Maestra celestial, la Virgen.