jueves, 1 de octubre de 2015

La Sagrada Familia de Nazareth, modelo para la familia


         Hoy en día se nos propone, por medio de los medios de comunicación, modelos llamados “alternativos” de familia; modelos que se separan de la concepción tradicional de familia; modelos desconocidos hasta ahora en la humanidad.
         Sin embargo, la Iglesia proporciona un solo modelo de familia, la Sagrada Familia de Nazareth. En esta Sagrada Familia, encuentran las familias y sus miembros, el modelo inigualable e inimitable a seguir.
         Las madres, encuentran su modelo en la Virgen, que es, al mismo tiempo, por obra y gracia del Espíritu Santo, Madre de Dios: así como la Virgen vivió su santidad en el seno de la familia, cuidando a su Hijo, que era el Hijo de Dios encarnado, y velando por su esposo, San José, que aunque era esposo meramente legal, recibió siempre un trato respetuoso y cordial por parte de la Virgen, así toda madre de familia, debe buscar santificarse en la vida familiar, cuidando de sus hijos y velando por su esposo, obrando siempre con caridad, con paciencia ejemplar, con amor, a imitación de la Virgen.
         Los hijos, encuentran su modelo en Jesús, que siendo el Hijo Eterno del Padre, eligió encarnarse en el seno de una familia y vivir su niñez, su juventud y parte de su adultez, en el seno de una familia, sometido al cuidado y a las órdenes de sus padres, la Virgen y San José, su padre adoptivo. Jesús es el modelo en el que deben reflejarse los hijos que deseen cumplir a la perfección el Cuarto Mandamiento: “Honrarás Padre y Madre”, porque nadie más que Jesús honró a sus padres terrenos con la mayor perfección posible, porque la honra a los padres se basa en el amor, y ningún hijo amó tanto a sus padres, como lo hizo Jesús. Así como es Jesús con sus padres –obediente, servicial, cariñoso, respetuoso, diligente, sacrificado-, así deben ser los hijos cristianos, con respecto a sus padres.
         Los papás y esposos, encuentran en San José el modelo ideal a seguir: San José era un esposo casto –sólo era esposo meramente legal de la Virgen, y el trato entre ellos era como el de los hermanos-, que cuidada con todo amor a su esposa, la Virgen, y a su hijo adoptivo, Jesús. San José era un padre ejemplar, porque si bien su Hijo era Dios, en la Persona del Hijo, lo mismo cuidó de Él, lo protegió de quienes lo perseguían –en la huida a Egipto, por causa de Herodes- y siempre trabajó y se sacrificó para llevar el sustento a su hogar.

         La Sagrada Familia de Nazareth es, entonces, el único modelo de familia, para todas las familias del mundo.

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