Lo que hace que un scout sea “católico” es el bautismo
sacramental y la fe en Jesucristo, que es la fe de dos mil años de la Iglesia
Católica. ¿Cómo se mantiene unido un católico a Jesucristo? Por la fe, por el
amor y por los sacramentos, principalmente, la Confesión sacramental y la
Eucaristía.
La fe, el amor y los sacramentos, son al alma del scout
católico lo que el cordón umbilical al embrión que está en el vientre de la
madre. Así como por el cordón umbilical recibe todo tipo de nutrientes –de tal
manera que, si este falla, el embrión muere-, así el scout católico recibe el
nutriente del alma, que es la gracia santificante, por medio de la fe, la
oración y los sacramentos.
Participar en la Santa Misa no es, por lo tanto, una
cuestión de simple “costumbre”; tampoco es el cumplimiento de un rito meramente
simbólico: es una cuestión verdaderamente vital, en el sentido más literal de
la palabra. Es decir, si el scout católico no participa de la Santa Misa, en
donde recibe la Eucaristía; si no se confiesa; si no se hace oración y,
finalmente, si no ama a Jesucristo, entonces, no recibe de Él lo que Él quiere
darnos: su Vida divina, contenida en su Sagrado Corazón Eucarístico. Y así, sin
la vida de Jesucristo en el alma, el scout católico pierde su razón de ser
católico y pasa a ser simplemente scout. Para ser “scout católico”, el scout
debe permanecer unido a Cristo.
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